“Admirable desde todos los puntos de vista la bienvenida Amneris de la temperamental mezzo francesa –de la vecina Narbona- Clémentine Margaine, artista de los pies a la cabeza que no descuidó los perfiles mutantes del poliédrico personaje, que trazó con pericia escénica y vocalidad de alta escuela. Bordó el tremendo dúo con Aida de la primera escena del segundo acto y fue pilar capital en el soberbio cuarto acto, que, junto con el tercero,quedará en los anales como uno de los momentos operísticos más acabados de la reciente historia del Liceu.”